En muchas ocasiones, nos salen manchas en la piel que nos alarman
porque se alejan de los típicos lunares que estamos más acostumbrados a ver. Por
eso en este post os vamos a ayudar a identificar y a cómo tratar dos manchas muy concretas: los léntigos
solares y las efélides, ambas consecuencia de la exposición solar.
En la web de la Clínica Dermatológica Internacional lo explican de
forma fácil y concisa. Para que podamos entender el problema desde la base es
importante tener en cuenta que el efecto de la radiación ultravioleta procedente de los rayos del sol hace que
nuestra piel produzca una mayor cantidad de melanina con el único objetivo de
protegerse. El problema es que en muchas personas, ese efecto suele traducirse
en manchas que se quedan en la piel de forma permanente y son, precisamente,
los léntigos y las efélides de las que hablamos. Las personas más propensas a tenerlas son las de piel clara, con fototipos del tipo I, II y III de la
clasificación de Fitzpatrick.
Los léntigos son, básicamente, manchas epidérmicas o máculas
pigmentadas de carácter benigno que surgen cuando
aumenta la actividad de los melanocitos debido al sol. Podemos encontrar, a
grandes rasgos, dos tipos de
léntigos: los léntigos simples y
los léntigos solares o actínicos.
·
Léntigos simples. Tienen forma ovalada o
redonda y están bien delimitados. Suelen tener un tamaño de hasta 5mm (aunque
pueden adquirir tamaños mayores) y son de color castaño homogéneo. Pueden
aparecer desde la infancia. Cuando el
cuerpo desarrolla léntigos simples en grupo, se denominan léntigos múltiples y
no presentan mayor peligro que un léntigo simple. En estos casos suelen aparecer
debido al aumento de la exposición solar. Las personas con la enfermedad de
Addison o que presenten algún tipo de síndrome con altos niveles de la hormona
andrenocorticotropa también verán cómo aparecen léntigos múltiples en su piel.
Existe otro tipo de léntigo
simple, una variante denominada mácula melanótica, que es un léntigo simple
normal que se localiza en superficies mucosas. Estas máculas melanóticas
de mucosa aparecen, mayoritariamente, en el labio inferior, aunque también
pueden localizarse en los genitales, pudiendo llegar a superar el centímetro de
diámetro. Lo habitual es que lo padezcan adolescentes y mujeres jóvenes.
·
Léntigos solares o actínicos. Surgen en las zonas de
la piel que han estado más expuestas a una radiación solar mayor, como pueden ser la
cara, las manos, los brazos, los antebrazos y el escote. Este tipo de lesiones
pigmentadas suelen aparecer a partir de los 30 o 40 años, y son de color castaño y de bordes irregulares
en ocasiones. A pesar de que sean mucho más comunes en personas adultas,
también pueden verse en niños con piel clara, lo que suele significar que han
sufrido quemaduras solares en alguna ocasión. Es importante recordar que a pesar de que los léntigos no son lesiones
cancerosas, son manchas que salen en la piel debido al daño solar, por lo tanto
las posibilidades de desarrollar cáncer de piel o melanoma aumentan en estas
personas.
Por su parte, las efélides o pecas son
manchas pequeñas benignas de color castaño o rojizo que aparecen en las zonas
en las que hay una mayor exposición al sol. Aparecen en la niñez
y van aumentando en número según la persona va creciendo, sin presentar ningún
tipo de riesgo. La diferencia entre los
léntigos solares y las efélides es que los primeros están presentes en la piel
en cualquier época del año, mientras que las segundas remiten, en ocasiones, en
invierno, llegando incluso a desaparecer para volver a aparecer con el
sol.
En cualquier caso, tanto los léntigos
como las efélides son lesiones benignas que, por lo general, no
necesitan tratamiento. No obstante, hay quien decide deshacerse de estas manchas por
motivos estéticos, para lo que recurren a posibles soluciones como la
crioterapia, el “peeling” químico, el láser o la IPL.
En Cynosure contamos con diferentes láseres que acaban con lesiones
pigmentadas como Icon, PicoSure, RevLite, Elite, Apogee y Accolade.
En concreto, la Dra. Agustina
Segurado, dermatóloga experta en este tipo de tratamientos, prescribe el
tratamiento de Luz Pulsada Optimizada MaxG de Icon y nos explica los
motivos de esta elección de forma clara y concisa:
· “Es importante saber que los láseres son fuentes de luz que son
absorbidas por distintas dianas para convertirse en energía capaz de modificar
estructuras de la piel o eliminar lesiones. En el caso de las manchas del
sol, la diana es la melanina (el pigmento que da el tono marrón a la piel), de
forma que ciertos láseres son capaces de destruirla y, como
consecuencia, de eliminar las manchas de la piel”.
· “El tratamiento de Luz Pulsada Optimizada MaxG de Icon es muy
efectivo y reduce los efectos secundarios. Esto lo diferencia
claramente de otras técnicas utilizadas para eliminar manchas, como por ejemplo
la crioterapia o los “peelings” químicos, ya que estos últimos destruyen capas
de piel de forma inespecífica y provocan heridas”.
· “En cuanto a qué tipo de manchas pueden eliminarse con este láser de
Icon, lo primero que hay que señalar es que no todos los sistemas de luz
pulsada son iguales. Yo he trabajado con varios y los resultados varían
considerablemente. Icon trabaja con luz pulsada optimizada, que significa
que aunque sea un espectro amplio de luz, usa el espectro justo para el
tratamiento de las lesiones pigmentadas y vasculares, y deshecha el resto
de longitudes de onda que no son efectivas para la piel. Con Icon nosotros
tratamos cualquier tipo de pigmentación. No obstante, las que mejor responden
son los léntigos solares de cara, cuello, escote y manos, aunque también
tenemos buenos resultados en algunos melasmas e incluso nos ha sorprendido la
mejoría en ciertos casos de pigmentación por hemosiderina de la insuficiencia
venosa crónica”.
· “También me gustaría señalar que además de las manchas, una de las
ventajas más importantes de la luz pulsada de Icon, al menos para mí como
dermatóloga, es la mejoría en la calidad de la piel, la luminosidad, el brillo,
la reducción de los poros y las pequeñas arrugas, ya que resulta mucho
más evidente que con otras técnicas. En cuanto al número de sesiones, depende
un poco de cada tipo de lesión, pero en mi experiencia es que Icon es una luz
pulsada más rápida en la obtención de resultados, puesto que con 2-3 sesiones
la mejoría/desaparición de las manchas es muy notable”.