jueves, 10 de septiembre de 2015

#DermatologíaBásica2: Léntigos solares y efélides



  #DermatologíaBásica2: Léntigos solares y efélides


Sara Abilleira

En este post de dermatología básica os vamos a hablar sobre los léntigos solares y las efélides, unas manchas que aparecen en la piel como consecuencia de la exposición solar.

El efecto de la radiación ultravioleta procedente de los rayos del sol hace que nuestra piel, para protegerse, produzca una mayor cantidad de melanina. Hecho que se verá reflejado en la piel como léntigos o efélides. Las personas de piel clara, con fototipos del grupo I, II y II de la escala Fitzpatrick son más propensas a tener léntigos solares y efélide en la piel.

Los léntigos son, básicamente, manchas o máculas pigmentadas de carácter benigno que surgen cuando aumenta la actividad de los melanocitos de la epidermis debido al sol. Podemos encontrar dos tipos de léntigos, los léntigos simples y los léntigos solares o actínicos.

Los léntigos simples tienen forma ovalada o redonda y están bien delimitados. Suelen tener un tamaño de hasta 5mm y son de color castaño homogéneo. Es habitual que aparezcan en el cuerpo durante la infancia. Cuando el cuerpo desarrolla léntigos simples en grupo son denominados léntigos múltiples.

Los léntigos múltiples no presentan mayor peligro que un léntigo simple, ya que aparecen debido al aumento de la exposición solar. Sin embargo, las personas con la enfermedad de Addison o que presenten algún tipo de síndrome con altos niveles de la hormona andrenocorticotropa verán cómo aparecen léntigos múltiples en su piel.

Existe otro tipo de léntigo simple, una variante denominada mácula melanótica. Son léntigos simples normales que se localizan en superficies mucosas. Estas máculas melanóticas de mucosa aparecen, mayoritariamente, en el labio inferior, aunque también pueden localizarse en los genitales, pudiendo llegar a superar el centímetro de diámetro. En algunos síndromes es común que aparezcan máculas melanóticas en mucosas orales, como el síndrome de Peutz-Jeghers y Laugier-Hunziker, al igual que en los genitales, síndrome de Bannayan -Riley-Ruvalcaba; aunque es realmente habitual que lo padezcan adolescentes y mujeres jóvenes.

Con respecto a los léntigos solares, estos surgen en la piel en los lugares que han estado expuestas a una radiación solar mayor, como pueden ser la cara, las manos, los brazos, los antebrazos y el escote. Este tipo de lesiones pigmentadas suele aparecer a partir de los 30 o 40 años.

Los léntigos solares son de color castaño y de bordes irregulares. A pesar de que sea mucho más comunes en personas adultas, también pueden verse en niños con piel clara; lo que significa que han sufrido quemaduras solares. 

Es importante recordar que a pesar de que los léntigos no sean cancerígenos, son manchas que salen en la piel debido al daño solar, por lo tanto indica que las posibilidades de desarrollar cáncer de piel o menalona aumentan.

Los léntigos solares están presentes en la piel en cualquier época del año. Sin embargo, las efélides remiten en invierno, llegando incluso a desaparecer para volver a aparecer con el sol. Las efélides o pecas son manchas pequeñas benignas de color castaño o rijizo que aparecen en las zonas en las que hay una mayor exposición al sol. Aparecen en la niñez y van aumentando en número según la persona va creciendo, sin presentar ningún tipo de riesgo.

Tanto los léntigos como las efélides son lesiones benignas que, por lo general, no necesitan tratamiento;  no obstante,  hay quien decide deshacerse de estas manchas por motivos estéticos. Para ello existen diferentes maneras, como crioterapia, peeling químico, láser o IPL.

En Cynosure contamos con diferentes láseres que acaban con lesiones pigmentadas como Icon, PicoSure, RevLite, Elite, Apogee y Accolade.









Cynosure-Spain
En-Cynosure-ayudamos-a-las-personas-a-descubrir-su-Belleza-Cynosure-Spain


No hay comentarios :

Publicar un comentario